Ventajas de los envases y cierres metálicos

Ventajas-de-envases-y-cierres-metálicos

Los envases y cierres metálicos son productos fabricados principalmente con metal (aluminio y acero, principalmente) que se utilizan para almacenar y proteger diversos tipos de productos. La resistencia y sostenibilidad de los envases y cierres metálicos les otorgan un rendimiento muy superior al de otro tipo de envases y cierres.

Los envases metálicos pueden adoptar diversas formas y tamaños, desde latas de refrescos o conservas hasta botellas de metal, aerosoles o cajas decorativas. Son utilizados en multitud de sectores industriales y desempeñan un papel esencial en la preservación de la calidad y la frescura de los productos que contienen

Por su parte, los cierres metálicos son componentes esenciales que se emplean para sellar herméticamente los envases metálicos. De este modo, se garantiza la integridad y la conservación de su contenido al evitar la entrada de aire, humedad y otros contaminantes. Los cierres metálicos más habituales son los tapones corona para botellas, tapas para botes y precintos metálicos para envases industriales.

Reciclaje de los envases y cierres metálicos

Los envases y cierres metálicos son completamente reciclables, lo que significa que, debido a su robustez y durabilidad, mejoran la eficiencia en la cadena de producción y distribución. Según los datos proporcionados por Ecoembes, en España el 85,8 % de los envases metálicos de uso doméstico se reciclaron con éxito en 2022, lo que contribuyó a la mejora de la sostenibilidad ambiental y la conservación de los recursos naturales. Por tanto, los envases y cierres metálicos juegan un papel fundamental en la economía circular.

Más aún en el sector industrial donde el uso de estos envases es cada vez más común y conlleva aún más ahorro de energía puesto que la cantidad de recursos para crear envases nuevos es significativamente mayor.

En este sentido apunta la campaña «El metal se recicla para siempre», de la Asociación Metalgráfica Española (AME), que reúne a las principales compañías fabricantes de envases y cierres metálicos, así como a otras empresas vinculadas a esta industria.

El proceso de reciclado de los envases y cierres metálicos

Antes de profundizar en el tema, es conveniente indicar que el metal es una sustancia natural que conserva sus propiedades físicas, permaneciendo disponible de manera constante para el futuro. Al reciclarlo, por tanto, se obtiene un metal idéntico y con las mismas propiedades —físicas y químicas— que la materia prima original. Esta característica, convierte a los envases y cierres metálicos en recursos duraderos y beneficiosos para el medio ambiente.

El proceso de reciclaje de envases y cierres metálicos generalmente sigue los siguientes pasos:

  1. Recolección. En primer lugar, los envases y cierres metálicos usados se recogen de los contenedores de reciclaje o de los puntos de recolección específicos, o se recogen en las propias instalaciones de las empresas que los utilizan.
  2. Separación. Una vez recolectados, los materiales metálicos se separan de otros materiales, como papel, plástico o vidrio, mediante procesos mecánicos y magnéticos.
  3. Trituración. Los envases y cierres metálicos se trituran en fragmentos más pequeños para facilitar su manejo y transporte.
  4. Fusión. Los fragmentos de metal triturado se funden a altas temperaturas en hornos especiales para convertirlos en lingotes o bloques de metal.
  5. Fabricación. Estos lingotes o bloques de metal reciclado se utilizan como materia prima en la fabricación de nuevos productos metálicos, que pueden incluir envases, cierres, piezas automotrices, herramientas, entre otros.
  6. Distribución. Los productos fabricados con metal reciclado se distribuyen al mercado para su uso en diversas aplicaciones.

El proceso de reciclaje y por lo tanto, las ventajas de los envases y cierres metálicos ayuda a conservar los recursos naturales, reducir la contaminación ambiental y disminuir la energía requerida en comparación con la producción a partir de materias primas vírgenes. También contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la extracción y la producción de metal a partir de minerales.

No obstante, en GIE, vamos un paso más allá, apostando por la economía circular, haciendo que estos envases metálicos industriales tengan una segunda vida, realizando con ellos un proceso de reacondicionado para poder usarlos de nuevo en las mismas condiciones, sin necesidad de reciclarlos como nueva materia prima, lo que deriva en un mayor ahorro energético.

TE PUEDE INTERESAR: Cómo elegir entre los diferentes tipos de bidones metálicos

Ventajas de los envases y cierres metálicos

Los envases y cierres metálicos brindan una serie de ventajas que muchas empresas están integrando como parte de su estrategia competitiva. Esto se debe a la versatilidad que ofrecen, ya que pueden ser moldeados en múltiples tamaños y formas.

A continuación, se enumeran algunos de los principales beneficios de los envases y cierres metálicos:

  1. Durabilidad. Los envases y cierres metálicos son extremadamente duraderos y resistentes a la corrosión. Son idóneos para proteger productos sensibles al entorno, como alimentos y productos químicos.
  2. Sellado hermético: Los cierres metálicos, como las tapas de rosca y los tapones, proporcionan un sellado hermético que ayuda a mantener la frescura de los productos y a prevenir que se contaminen.
  3. Protección contra la luz: Los envases metálicos pueden bloquear la luz, lo que es beneficioso para productos sensibles a la luz, como alimentos enlatados y productos farmacéuticos.
  4. Excelente reciclabilidad: El acero y el aluminio, dos de los metales más comunes utilizados en envases, son altamente reciclables y pueden ser reutilizados para fabricar nuevos productos, lo que reduce el impacto ambiental, por ejemplo, al expulsar menos CO2 en el proceso. De hecho, los envases metálicos se separan de manera muy sencilla, utilizando métodos magnéticos. Una vez segregados, pueden ser fundidos nuevamente para su reutilización. Este proceso evita gastos asociados a la separación de productos, mano de obra y consumo de agua para la limpieza de los envases, lo que supone un notable ahorro. 
  5. Resistencia a la temperatura: Los envases metálicos pueden soportar temperaturas extremas, lo que los hace adecuados para productos que requieren almacenamiento a bajas o altas temperaturas. Además, al no necesitar refrigeración contribuyen a que el llenado, almacenado y posterior transporte de los envases se realice sin riesgo alguno de rotura o pérdida del producto. 
  6. Protección contra la humedad y el oxígeno: Los envases metálicos son efectivos para proteger los productos de la humedad y el oxígeno, lo que ayuda a mantener la calidad y la vida útil de los productos.
  7. Versatilidad: Los envases metálicos vienen en una variedad de formas y tamaños, lo que los hace adecuados para una amplia gama de productos, desde bebidas hasta productos químicos y cosméticos.
  8. Diseño estético y facilidad de etiquetado: Los envases metálicos pueden ser diseñados de manera atractiva y se pueden etiquetar fácilmente, lo que los hace adecuados para la presentación de productos en el mercado. En este sentido, actualmente se están consiguiendo envases de acero un 33 % más ligeros y un 28 % en el caso de latas de aluminio. Esta disminución ha generado un incremento en las ganancias, tanto en el transporte de los envases como en términos de sostenibilidad ambiental, al permitir la producción de más envases utilizando la misma cantidad de materia prima.
  9. Seguridad alimentaria: Los envases metálicos son seguros para alimentos y no transfieren olores ni sabores no deseados a los productos envasados. De hecho, los alimentos enlatados pueden conservarse en perfecto estado durante más de 5 años, siempre atendiendo a las recomendaciones de consumo. Además, se estima que el desperdicio alimentario se reduce en un 30 % cuando se introducen alimentos en lata en nuestra dieta.
  10. Longevidad: Los envases metálicos pueden tener una vida útil prolongada, lo que reduce la necesidad de reemplazarlos con frecuencia.
Ventajas de los envases y cierres metálicos

Es importante tener en cuenta que, si bien los envases y cierres metálicos tienen numerosos beneficios, también presentan desafíos ambientales, como la energía requerida para su producción y el problema de la gestión de residuos. 

TE PUEDE INTERESAR: Conoce las claves de los bidones de ballesta metálicos

Resumiendo, los envases y cierres metálicos, fabricados principalmente con metal, son esenciales para almacenar y proteger convenientemente los productos. Estos envases, como latas de refrescos o botellas metálicas, varían en forma y tamaño, mientras que los cierres garantizan un sellado hermético.

Conocidos por su resistencia, capacidad para proteger de la luz y el oxígeno, y su eficiente reciclaje, los envases y cierres metálicos contribuyen a la sostenibilidad y ahorro de recursos naturales. Por esta razón, son frecuentemente empleados en sectores como el de la alimentación, las bebidas o los productos químicos, pues preservan la calidad de los productos contenidos y reducen de forma notable el impacto medioambiental.