La actividad diaria de las empresas genera una gran cantidad de residuos, provocando un impacto muy significativo en la contaminación del medio ambiente. Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España se generaron en torno a 43 millones de toneladas (entre 2019 y 2020). De ellas, 1.4530.000 toneladas representan residuos peligrosos. Por ello, las acciones que llevan a cabo las empresas juegan un papel clave en la reducción de residuos y contaminación para minimizar su impacto medioambiental.
La generación de residuos y su gestión son cuestiones importantes para el medio ambiente y la sostenibilidad, y muchas empresas en España están implementando prácticas más sostenibles para reducir su impacto ambiental y mejorar la gestión de los residuos.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, el país ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 28,2% entre 1990 y 2019. Además, España ha adoptado políticas ambiciosas para alcanzar su objetivo de neutralidad climática en 2050, incluyendo una transición hacia un sistema energético más sostenible, la promoción de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética en los edificios y transportes.
4 Acciones para cuidar el medio ambiente
Aunque muchas empresas ya han empezado a implementar medidas para cuidar el medio ambiente adoptando prácticas sostenibles que reduzcan la contaminación, queda mucho camino por recorrer. Algunas de las acciones para cuidar el medio ambiente que pueden llevar a cabo las empresas son:
1. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
La implementación de tecnologías más eficientes y sostenibles en los procesos productivos y en los edificios permite a las empresas reducir su impacto ambiental y mejorar su eficiencia, lo que puede tener un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en los resultados económicos de la empresa.
Podemos entender esto como la adopción de tecnologías que permita a las empresas producir más con menos recursos y con menos impacto ambiental. En términos de procesos productivos, esto puede incluir la adopción de tecnologías que optimizan el uso de energía y materiales, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y los residuos, y mejoran la eficiencia en la producción.
En cuanto a los edificios e instalaciones, la implementación de tecnologías más eficientes y sostenibles puede incluir la utilización de materiales y sistemas de construcción más sostenibles, la instalación de paneles solares y otros sistemas de energía renovable, y la implementación de sistemas de control de la energía y del clima para optimizar el uso de la energía en los edificios.
2. Uso de energías renovables
Utilizar energías renovables en lugar de fuentes de energía no renovable tiene muchos beneficios ambientales positivos, incluyendo una disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero, una reducción en la contaminación, una mayor sostenibilidad, una oportunidad para fomentar el desarrollo local y una mayor independencia energética.
Implementar el uso de energías renovables en las empresas requiere un enfoque integral y un compromiso sostenible, que incluya la instalación de tecnologías renovables como pueden ser paneles solares, el uso de la energía eólica o geotérmica; la eficiencia energética, la compra de energía renovable, la colaboración con proveedores y la educación y sensibilización de los empleados.
3. Eficiencia en el uso de los recursos
Utilizar los recursos disponibles de manera optimizada para lograr un resultado determinado con el menor desperdicio posible. En otras palabras, se trata de conseguir el máximo rendimiento con los mínimos recursos posibles. Esto se aplica a diferentes ámbitos, como la economía, la gestión empresarial o el desarrollo sostenible, y se considera un objetivo clave para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.
4. Tener un ADN circular
La economía lineal la podemos simplificar en tres grandes conceptos: producir, consumir y tirar. Esta práctica extendida es la que nos ha llevado a una escasez de recursos y a generar cientos de miles de toneladas de residuos en todo el mundo, con el impacto ambiental insostenible que ello supone.
Uno de los sectores que más y mejor contribuyen a la economía circular es el de los gestores de residuos peligrosos. Para reducir este impacto y ayudar a las empresas a cuidar el medio ambiente, en GIE somos ADN Circular. Este término hace referencia a la idea de un ciclo continuo de los materiales y recursos utilizados por las empresas para darles una nueva vida. Es decir, ayudamos a las empresas en su compromiso con la implementación de soluciones sostenibles y a trabajar para crear un futuro más verde y responsable.
Llevamos décadas trabajando para que la gestión sea de mayor calidad, de forma que se eviten emisiones de gases de efecto invernadero gracias a la reutilización y reciclaje de estos residuos. Descontaminamos de forma segura los envases (ante la ley residuos peligrosos) previamente a su valorización, y retiramos los contaminantes para su posterior eliminación.
¿Quieres que tu empresa se sume a la lucha por un mundo más sostenible? ¡Contáctanos para conocer nuestras soluciones de gestión ambiental y reducir tu impacto en el medio ambiente!